Ayer morían en Bosnia, los que hoy mueren en Israel.
Jasón es el ex pelo largo, ex mechón rubio, y que ahora es normalito (aunque mentalmente sigue enfermo).
No son muy parecidos el uno con el otro, pero los dos tienen dos cosas en común:
La primera es que tiene la buena fortuna de conocerme, y sobre todo, el placer de ser amigos míos (por no decir desgracia).
Y la segunda es que ambos, por separado, han viajado a España, y se encuentran ahí, en este momento.
Y como ya sabes, con esto Internet y MSN, tengo la mala leche de acceder rápidamente al saber en que estarán desperdiciando sus vidas, estos dos cretinos, en la tierra de la madre patria.
Es inevitable darse cuenta de que bien se la pasa allá, y que mal se la pasa acá.
No digo que sea un inconformista. Simplemente me remito a que Jasón esta reviviendo la historia medieval, visitando castillos, lugares históricos, plazas donde han quemado a más de uno. Y mi única manera de hacer algo parecido, es usando mi imaginación, leyendo algún libro o viendo alguna película.
Por otro lado, Jorge se broncea en las aguas cristalinas, ganando euros a rolete y jugando al voley con dos rumanas completamente desnudas. Mientras que yo, blanco como la nieve y pobre como el chavo, me quedo jugando al TEG con un par de amigos, y ni da para ponerse en bolas, siendo todos hombres.
Pero bueno. No me quejo. La vida es justa, cada quien tiene lo que se merece. Si ellos están allá y yo acá, por alguna razón es. Tal vez yo no lo merezca y ellos si.
Por el amor de Dios, ¿que cosas digo?
¡Que injusta es la vida!