Santas macarenas.
Tan densa ésta agua evaporada y malvada. Que las ropas y los cuerpos corren a la ducha, porque no soportan tal cualidad salada.
Estrategia de ésta, ya destinada, lucha.
Tengo que arroja una piedra al abismo, errarle a la pesada estrella, encontrarme a mi mismo, y beber, hasta el fondo, lo de la botella:
El verano quiere matarme, sí. Y de negro tendré que vestir mi turbante. Porque si los días siguen así, no creo que los aguante.
Estrategia de ésta, ya destinada, lucha.
Tengo que arroja una piedra al abismo, errarle a la pesada estrella, encontrarme a mi mismo, y beber, hasta el fondo, lo de la botella:
El verano quiere matarme, sí. Y de negro tendré que vestir mi turbante. Porque si los días siguen así, no creo que los aguante.
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