Ni idea.
"ven pasivamente cómo corren por el terreno sus jugadores y los rivales. Cuando sus jugadores marcan un gol, caen en éxtasis y cuando lo hacen los contrarios, caen en la desesperación. Su felicidad e infelicidad dependen de los caprichos de una bola inflada y en caso de la derrota sus caras tienen un aspecto del fin del mundo".
Así define Janez Drnovsek, presidente de Eslovenia, a los hinchas del fútbol. También los considera seres inferiores, por sú limitada conciencia.
Tan extrema no es mi posición, considerando que si en este país, no existiese el fútbol, el índice de suicidios sería mucho mayor.
Pero no creo que Janez esté tan errado:
En estas vísperas de mundial noto, como cualquier otro, que de lo único que habla la gente es de fútbol. Como si fuese lo único que existe o lo único que importa.
En los noticieros, las únicas noticias que dan en cabeza son sobre: la Selección, los jugadores, Alemania, Brasil, y alguna otra huevada.
Claro, es mucho más fácil pensar sobre un simple deporte, que de problemas políticos o desigualdades sociales.
Creo que el fútbol se va devorando todo, como lo hizo en el 78´. Tapando problemas, para distraer a la gente.
Me dislocan las personas que dicen que “el fútbol es pasión”, “el fútbol lo es todo”, “el fútbol es en el único lugar que podemos demostrar que los argentinos somos mejores”, o que “el fútbol es mi vida”.
Considero a este tipo de personas: vacías, aburridas, ignorantes.
A lo mejor sea porque no puedo correr 10 metros con una pelota en los pies sin caerme, y esto me haya creado un remordimiento para quienes, al menos, pueden hacer cuatro jueguitos sin enredarse las patas.
O a lo mejor, tal vez, si sean seres inferiores...
¿Quién sabe?